Titulo: ¿Y si de verdad te quiero?
Autoconclusivo
Autor/a: Victoria Vílchez
Editorial: Ediciones kiwi
Nº de páginas: 320
Precio: 16,90€
Sinopsis
Sinopsis:
Laura es la reina de los «¿Y si...?», y ahora está a punto de casarse. Pero, ¿y si Sergio no fuera el hombre de su vida?
Sus dudas no hacen más que aumentar cuando conoce a Leo, un encantador y sexy policía que la hará enfrentarse de una vez por todas a su enfermiza indecisión. Ambos se irán descubriendo el uno al otro y tendrán que luchar contra el deseo irrefrenable que los sacude cada vez que están juntos.
La mayoría de las veces, cabeza y corazón no van de la mano, y Laura no tiene ni idea de a qué parte de ella debería hacer caso.
La mayoría de las veces, cabeza y corazón no van de la mano, y Laura no tiene ni idea de a qué parte de ella debería hacer caso.
Bueno, esencialmente es una comedia romántica, que si habéis mirado entre mis reseñas está entre mis géneros favoritos, pues a parte de son las mejores para bloqueo-lectores, son tan amenas y divertidas que en un verbo están terminadas. Y esta es una de ellas.


Mucha tensión sexual, creedme, saltan chispas en cualquier conversación entre ellos.

Pues el agente Hernández es uno de ellos, creo haber dicho sus virtudes, además de ser policía, señor, esas fantasías tan locas de Laura me hacían reír a carcajadas, es genial.
Y luego, y no puedo parar de repetir, esa madurez y frases que te enamoran taaanto. En serio, aunque no sea mi favorito de Victoria, ejem Zac, resulta muy acogedor.
Y luego en cuanto a los secundarios, otro detalle a añadir que nos hace Victoria es el protagonismo que les dota y que te engancha tanto como con los protagonistas y esto ha sido el triangulo amoroso entre Javier, la hermana de Laura y Rubén.

Solo decir, que me encanta Victoria y que es para matarte ese final suyo, en serio, tengo una gran preferencia por uno de ellos, que lo considero un poco spoiler de decir, y que de verdad... me ha gustado más que el Agente Hernández, lo siento. Es el que más me gusta después de Zac, pero por favor, necesito verlo feliz, por favor. Un final para este buen hombre.

Al igual que la hermana de Laura, que me ha encantado ese carácter que tiene además de su personalidad, la he visto tan compenetrada con su hermana que parecen mejores amigas además de hermanas, y hablar de esa relación que tienen sus padres y su increíble historia, me hizo casi llorar, no sé que tienes hija, pero todos los padres de tus personajes de libros sueltan frases o consejos que se me hace una bola gigante en la garganta (te pediría la historia de estos pero como sé que es abusar, me quedo con la de tu sabes quién).

Vemos una historia de superación de uno mismo, como hay que empezar a plantearse que todos nuestros defectos no son siempre tan imperfectos como creemos y que, aunque haya personas a las que no les guste, también pensar que hay personas que los amarán.
La historia es muy muy ágil, se lee en un verbo, entre detenciones, fiestas, y momentos muy pero que muy sexy, os iréis perdiendo entre las hojas de Victoria como si fuese el aire el que estuviera salpicando las palabras, solo deciros que le deis una oportunidad la autora, que aunque resulte algo personal pues la bilogía de No me quieres, no te quiero es de mis favoritas, esta mujer escribe muy bien y te deja con sentimientos encontrados hasta la última de sus páginas.
En resumidas cuentas, aunque no resulte tan reflexiva, ni tan profunda, es muy divertida y con la que pasar un buen rato de lectura.
¿´Qué os parece? ¿ Y si la habéis leído?¿os gustó?
Comentadme aquí abajo, y un besito.
Frases:
(Este diálogo me mató)
—Estás loca —comentó en apenas un susurro.
—Cuéntame algo que no sepa.
—Que estás preciosa cuando te ríes así.
—¿Así cómo? —inquirí.
Me mordí el labio inferior y a él se le escapó un suspiro. Tardó tanto en contestar que creí que no lo haría.
—Como si la felicidad te estuviera besando en la boca.
—Cuéntame algo que no sepa.
—Que estás preciosa cuando te ríes así.
—¿Así cómo? —inquirí.
Me mordí el labio inferior y a él se le escapó un suspiro. Tardó tanto en contestar que creí que no lo haría.
—Como si la felicidad te estuviera besando en la boca.
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